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Desalinización de agua, clave para contrarrestar sequía en México

La desalinización del agua es una opción que puede contribuir a contrarrestar la crisis hídrica que impacta al 57 por ciento del territorio mexicano, señala un análisis de Rotoplas Servicios de Agua.

 

Cifras de la Asociación Internacional de Desalinización y Reutilización (IDRA, por sus siglas en inglés), en el mundo, esta tecnología produce más de 80 millones de metros cúbicos de agua al día en 18 mil instalaciones ubicadas en más de 150 países, dentro de los cuales se encuentra México con cinco plantas.

 

Esta solución consiste en obtener agua potable a partir de una fuente con un alto contenido de sales y otras impurezas, la cual puede ser agua de mar o salobre, indica.

 

El proceso que se utiliza es el de ósmosis inversa, un método donde el agua de mar, con alta salinidad, pasa por una membrana semipermeable bajo condiciones de alta presión para que las sales y otras partículas se separen y concentren, lo que permite el paso del agua potable por el centro de la membrana. 

 

La presión aplicada es suficiente para superar la presión osmótica natural del agua de mar, por lo que es un proceso altamente efectivo que proporciona un líquido de alta calidad y elimina contaminantes perjudiciales.

 

“En nuestro país, la desalinización se ha convertido en una solución valiosa para abordar la escasez de agua en la agricultura y otras industrias, proporcionando un suministro de agua confiable y de alta calidad que puede contribuir a aumentar la productividad y la seguridad alimentaria en las regiones más afectadas por la sequía”, explicó Yolanda Padilla, experta de Rotoplas Servicios de Agua.

 

Gracias a los avances científicos y tecnológicos, la desalinización permite diversificar las fuentes de agua disponibles para ya no depender únicamente de las terrestres, que están siendo agotadas a un ritmo alarmante.

 

Esta tecnología permite obtener un suministro de agua en regiones áridas o con escasez de agua dulce, reducción de la competencia por recursos hídricos, calidad del agua controlada, aumento de la productividad agrícola, y seguridad alimentaria.

 

“La disponibilidad de agua de mar desalinizada puede reducir la dependencia de las precipitaciones para las tareas relacionadas con diferentes industrias, lo que es especialmente beneficioso en regiones propensas a sequías”, añade. 

 

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