Pemex registra prácticas de fracking: Alianza Mexicana Contra el Fracking
La Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) aprobó siete planes de exploración no convencionales, así como uno de exploración convencional que incluye actividad no convencional de hidrocarburos en 2019, los cuales son considerados como fracking, así lo reveló la Alianza Mexicana Contra el Fracking en conferencia de prensa.
De acuerdo con la organización, las asignaciones AE-0281-2M-Pitepec, AE-0282-2M-Amatitlán, AE0385-2M Soledad, AE,0386-2 Mihuapán, AE-0387-2M Humapa y A-0122-Tampico-Misantla están a cargo de Pemex Exploración y Producción bajo la modalidad de exploración mientras que la A-0400-Olmos en plan de extracción; por su parte, la CNH-M5-Miquetla-2018 pertenece a la Operadora de Campos DWF como exploración.
Dichas asignaciones fueron aprobadas durante el sexenio actual y en ellas se contempla la fractura de seis a diez pozos entre el 2019 y 2021, aunque existen tres proyectos como el pozo Chaxán-1EXP, Pankiwi-1EXP y Kaneni-1EXP que fueron aprobados durante el gobierno de Enrique Peña Nieto y continuaron en actividad a pesar del cambio de gobierno y lo establecido en el punto 75 del Plan de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“Durante el sexenio actual y, pese al compromiso presidencial de que el fracking no avance en el país, la Comisión Nacional de Hidrocarburos ha estado dando permisos a las empresas para poder realizar esta actividad, mayoritariamente en una fase exploratoria, para posteriormente extraer”, señaló Aroa de la Fuente.
Ante ello, enfatizó que la mayor parte de los contratos los están otorgando a la empresa productiva del Estado, lo cual agrava la situación porque el gobierno se encuentra involucrado en la realización de esta actividad.
¿Qué es el fracking?
De acuerdo con el sitio web de la organización, el fracking es la fracturación hidráulica de formaciones rocosas poco permeables, por lo cual se perfora un pozo de manera vertical hasta alcanzar la formación que contiene gas o petróleo y, posteriormente, se realizan perforaciones horizontales en las que se inyecta una mezcla de agua, arena y sustancias químicas a presión elevada para extraer el hidrocarburo.
Sin embargo, este proceso tiene corta duración por lo que se requiere la perforación de nuevos pozos para terminar la extracción; además, tiene implicaciones medioambientales negativas como la contaminación del agua y la emisión de gases tóxicos, los cuales pueden provocar daños al sistema endocrino y nervioso, padecimientos crónicos como alergias, mutaciones o enfermedades como cáncer.
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