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¿Qué viene para México en el sector energético?

 

Columna-Rocío

 

Oficialmente ya estamos en tiempos de campaña y ahora sí se están dando a conocer las propuestas de las candidatas y el candidato presidencial. En ese sentido, muchos me han preguntado, cuál es la visión que cada una (o) tiene para el sector energético y antes de presentarles lo que proponen, me gustaría primero hacer una serie de reflexiones.

 

Hace apenas 10 años, México cambió el modelo energético. Se abrió la posibilidad de que el sector privado participara en la 1) Generación de energía eléctrica, 2) Exploración y Extracción de petróleo crudo, 3) Mercado de Combustibles en todas las actividades (importación, refinación, transporte, almacenamiento, distribución, comercialización y expendio al público) 4) Gas Natural ya realizaba algunas acciones, pero con la Reforma Energética se consolidó la apertura, mismo caso para 5) Gas L.P., donde ya se realizaban algunas actividades para Petróleos Mexicanos (PEMEX), pero se abrió la oportunidad de hacerlo directamente para las propias empresas privadas (importación, transporte, almacenamiento, distribución, comercialización y expendio a público).

 

Si revisamos qué ha sucedido desde esa fecha, vemos que la participación del sector nos trajo como resultado diversificación de fuentes y proveedores. Los costos y precios no necesariamente se redujeron, pero esa promesa nunca fue asequible, ni en el proyecto del 2012-2018, ni en el del 2018-2024, ya que históricamente, en ninguna apertura de mercado sucede esto debido a que los energéticos obedecen a una lógica de mercado (oferta y demanda) y que justo con la apertura, se eliminan los subsidios.

 

Cabe recordar una entrevista, sobre lo que sucedería en México, hecha en 2014 al Dr. Aldo Flores Quiroga. Recordemos que toda empresa del sector energético (público o privada) tiene como interés (y mandato legal en el caso de las Empresas Productivas del Estado) generar valor, buscando que todos los involucrados sean eficientes y cumplan con los estándares (Normas Oficiales Mexicanas).

 

Dicho lo anterior, podemos esbozar tres aspectos básicos necesarios para el eficiente desarrollo del sector energético:

 

1) Logística adecuada y segura (operativa y ambientalmente)

 

2) Productos que cumplan con la calidad y cantidad

 

3) Condiciones claras y transparentes

 

En el caso concreto de los Petrolíferos (gasolinas, diésel y turbosina), al momento de la apertura del mercado, México no contaba con infraestructura privada, solamente PEMEX tenía capacidad de logística y almacenamiento. Quizás sí había un avance en la distribución, transporte por medio distintos a ductos y expendio, ya que en su mayoría esas actividades ya las realizaban los privados para PEMEX, entonces lo que se requería era detonar las inversiones “aguas arriba”.

 

México necesitaba puertos privados, terminales de almacenamiento y quien iba a darle sentido a esas inversiones, eran los grandes importadores/comercializadores privados. Así es como surgen más de 60 proyectos durante el sexenio anterior, cuyo objetivo era participar en esos elementos de la cadena de valor.

 

La refinación no era un atractivo para los privados, por la cercanía con los grandes centros de refinación en el Golfo de México del lado norteamericano. Incluso en el momento de la apertura, PEMEX ya importaba la mayoría de combustible, proveniente justo de esa zona, a la par, era menos lo que se vendía producto de las seis refinerías mexicanas. Entonces, cuando llega al poder la nueva administración (2018-2024) con una visión contraria, con un mandato institucional de “fortalecer a PEMEX”, reducir los precios y buscar la “soberanía energética” se rompió con los principios de la Reforma del 2013, con principios del libre mercado, no intervención del Estado y piso parejo, pero, sobre todo, con el mandato de Ley para las EPEs de crear valor (generar utilidades).

 

Las últimas semanas hemos visto el nivel de pérdidas de PEMEX y Comisión Federal de Electricidad (CFE), son escalofriantes y es importante recalcar que es dinero público, es decir, de todos los mexicanos. Fondos que, de haberse obtenido por una administración eficiente, hubieran sido suficientes para crear infraestructura que México necesita, llámese educativa, salud, transporte, seguridad; la pérdida es equivalente a 58 veces el presupuesto de obra pública en el sector salud.

 

Hoy tenemos que los proyectos de infraestructura energética, en su mayoría, no se realizaron. Son pocas las marcas privadas que, a pesar de este entorno adverso, siguen apostándole al mercado mexicano. En el área de upstream (exploración y extracción de petróleo crudo) son 40 las renuncias de empresas privadas que han regresado los bloques obtenidos vía subasta de los contratos petroleros.

 

El suministro de combustibles por empresas privadas se ha “diversificado”, por decirlo de una manera. La realidad es que abunda la oferta de producto “genérico” que no se sabe a ciencia cierta si cumple con la calidad o pago de impuestos, con diferencias de precios que ronda en los cinco pesos respecto de ofertas con trazabilidad segura. Esto hace pensar que algún elemento del costo no está siendo debidamente integrado; recordemos que se estima que el costo de los impuestos puede llegar a ser hasta del 60 por ciento del precio de venta final.

 

Las empresas privadas difícilmente pueden competir con tanta disparidad. Son demasiados factores, pero yo creo que los más importantes a cuestionar a las candidatas y candidato es qué proponen para combatir al menos los siguientes tres rubros: 1) Persecución y bloqueo institucional a empresas del sector privado, 2) Trato discriminatorio en favor de PEMEX y 3) Mercado negro o huachicol fiscal.

 

Si tenemos claro lo que más afecta al sector en materia de petrolíferos, podemos identificar si las propuestas de las y el candidato nos convencen.

 

Iniciemos:

 

Propuestas

 

Sirva pues este breve análisis de tres sencillos aspectos que impactan en el sector petrolíferos, para conocer más de cerca las propuestas electorales y en caso de asistir a un evento político, hacer las preguntas específicas.

 

 

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Es Maestra en Administración y abogada experta en políticas y regulación del sector energético. 
Es consultora y socia fundadora de www.lobbyingmexico.com